Talleres, materiales y paisajes con muchachas

Lejos de preguntarse por el papel que tienen realmente los talleres literarios, vale la pena preguntarse si en ellos se tiene en cuenta la ciencia ficción o no. La idea de que la literatura realista es la única fuente de la cual se puede nutrir la creación, ha llevado a la escritura de la ciencia ficción a quedar desplazada o alejada de las posibilidades prácticas. Un afán mimético está llenando las estanterías de librerías y bibliotecas: es como si se quisiera atrapar la realidad noticiosa a través de libros que reflejen eso que pasa el noticiero y que no puedo ver a través de mi ventana. La otra gran temática actual –la ciudad- se mezcla con actitudes existenciales y metafísicas que se alejan de la realidad y que tienden a la subjetividad hermética. Esos dos tipos de temáticas/formas de relacionar realidad y literatura han dejado –en Colombia- a un lado la ciencia ficción haciendo proliferar textos de otros géneros como el policíaco (el cual permite el reflejo mimético inicial), o el subjetivo-urbano (el cual se encierra en el yo). Al momento en que la ciencia ficción permite establecer estratos complejos con la realidad, permite una conjunción de la subjetividad a la vez que extrapola una realidad desde lo extraño, lo monstruoso. Pero volvamos a los talleres, ¿hay normas precisas para escribir ciencia ficción? Algunos dirán que la única norma posible es leer ciencia ficción. Otros dirán que la forma de escribir ciencia ficción es igual a la de cualquier literatura, y unos últimos establecerán la necesidad de establecer normas precisas para dicha escritura. Revisando el texto “Personajes en la ciencia ficción” de María Regueiro (puedes descargarlo haciendo click aquí) noto que la autora española basa su texto en el ya conocidísimo libro de Stephen King “Mientras Escribo” y no profundiza en las características propias de la ciencia ficción. De las ocho páginas, solo entra en la ciencia ficción en la número seis y se remite a estructurar los personajes en su posibilidad antropomorfa o no-antropomorfa. Si bien los consejos que da en su ensayo no particularizan de manera tan precisa la ciencia ficción, es bueno retomar este texto para preguntarse ¿Cómo se logra la verosimilitud en la ciencia ficción? Pregunta básica al pensar en los personajes dado que no se trata de hacer “ciencia” sino literatura. Asimov, en su libro de ensayos “Lagartos terribles y otros ensayos” se queja de la irrealidad en el tamaño de los lagartos del cine, pero lejos de su irrealidad “física” planteo su  posible “verosimilitud literaria”. Y sí, es necesario hacer una buena literatura para escribir ciencia ficción, pero además hay un plus importante: cómo hacer familiar lo extraño, como volver verosímil lo increíble (preguntas que comparte con la literatura fantástica), todo esto con un cimiento real-científico que es uno de los elementos menos fáciles de volver ese ser híbrido entre lo tangible y lo imaginativo. El texto de Regueiro, bien podría servir como una base inicial (si faltan los talleres prácticos) para que los autores neófitos se lancen a la escritura de sus obras, aunque bien lo podrían complementar con la lectura de “Paisaje con muchacha” de Jonathan Lethem; en la cual es posible ver cómo el autor convierte lo extraño en verosímil al introducir a los personajes de “Los constructores de arcos”. Para terminar vale la pena retomar algunas palabras de este ensayo, con las cuales coincido perfectamente y que vienen bien para esos autores que, sabemos, nos leen y disfrutan la escritura de la ciencia ficción: “Y, pese a todo, esos/as autores/as seguirán llenando el disco duro de su ordenador o los folios en blanco con hechos extraordinarios, viajes inverosímiles o tecnologías maravillosas, exprimiendo su escaso tiempo libre (imposible dedicarse de forma profesional) para concluir sus novelas o relatos que, en el mejor de los casos, serán leídas por un escueto grupo de aficionados/as”. Nuestra propuesta coincide, siempre y cuando la palabra “escueto” se reemplace por “enorme”, y se tache “aficionados”. La ciencia ficción como lectura y escritura abierta, como posibilidad imaginativa, como posibilidad de vida. Es esa la propuesta de Proyecto Giroscopio.
Señor A.

6 comentarios:

L. C . Hamilton dijo...

Vale. Aunque es un poco radical hablar de ciencia ficción como un género distinguible de los demás, y manos aún en un taller literario. Un escritor de CF escribe CF independientemente del taller (a menos que este último trate de temas muy específicos, como el género periodístico)
En cuanto a la pregunta de si hay normas precisas para escribir ciencia ficción, yo diría que las tres respuestas que plantea son correctas y que, incluso, hay más.
El asunto de la verosimilitud en CF es tan importante como en cualquier género ficcional, que es casi cualquier texto. Yo no diría que sea una característica vital de la CF.
En fin. Pues nada. La CF no es muy diferente, a mi juicio, de esas otras temáticas sobre narcotráfico, guacas y tetas que llenan nuestras librerías... la diferencia estriba en que, en CF, el narcotraficante es un Sloward del planeta Niut que trafica con Polvo Estelar extraído de una especie extraterrestre; las guacas son archivos digitales escondidos en las entrañas de una computadora asesina y las tetas son... bueno, esas si pueden ser tetas, aunque podrían venir por tríos...
Como sea, la CF es una descripción metafórica de la realidad, basada más o menos en nuestros conocimientos científicos, con un toque de imaginación y/o prospección.
Pero, por otro lado... ¿qué sé yo?
Adelante GIROSCOPIO!!!

daemonicat dijo...

Y pese a todo, todos los talleres de este país seguiran replicando que es lo mismo escribir un cuento de putas que un cuento de Ciencia Ficción, porque lo que importa es que se entienda, pero no interesa el contenido del entendimiento...

Señor L... muy buena nota.

daemonicat dijo...

Al contrario de lo que opina el señor Hamilton, me parece que el contenido básico que permite leer un buen cuento de CF es la reflexión, el tono que muestra que no es una extrapolación de una realidad que ya es tangible, putas y narcos. No, es permitirse el lujo de abrir una puerta imaginaria a eso que el lector no conoce y por tanto debe descubri... creería yo que la descripción a la que hace referencia Hamilton tiene que ver un poco con sus origenes: Space opera, Spaghetti espacia... sin embargo atina a eso que es lo más duro de trabajar en la narrativa de ficción dura: la credibilidad.

Proyecto Giroscopio dijo...

Hola Mr. Hamilton:
Gracias por su comentario. Creo que utilizó la palabra precisa en su comentario: "metáfora". Al momento en que la literatura intenta copiar de manera exacta la realidad y no convertirse en una "metáfora" de la misma, las cosas tienden a estancarse. Entonces aparecen los escritores que basan su verosimilitud en el hecho de que las cosas "ocurrieron así... yo lo vi". Es por eso que subrayo la verosimilitud en la cf: porque me parece más difícil de mantener, porque el llamado "mundo cero del autor" no sirve como sustento de lo que escribimos.
Para no cansar sólo dos notas sobre su comentario: 1)cuando dice que "un escritor de cf escribe ciencia ficción independientemente del taller" eso me lleva a pensar en otro tema interesante (como para otra entrada): ¿saramago es escritor de cf?, ¿houellebecq es escritor de cf? ¿cuándo un escritor de cf, es un escritor de cf? y 2)que buen recurso utilizar las tres tetas: buen guiño a total recall.
Gracias de nuevo por comentar Hamilton, esperamos sus textos.

Att
Señor A.

L. C . Hamilton dijo...

Pues bueno...Respecto a la opiniòn de Daemonicat, solo puedo decir que la reflexiòn y la puerta imaginaria abierta al lector en espera de un "mundo nuevo" es la lectura de la CF un poco desde el solipsismo,`puesto que la subjetividad de cada lector es ùnica, cada lector podrìa entender este o aquel texto como un escrito de CF. Siguiendo este razonamiento, y tratando de abordar las preguntas que Giroscopio plantea, tendrìamos que asumir dos posturas posibles (aunque habrìa otras màs): O bien la CF es un gènero claramente diferenciable gracias a ciertos criterios impuestos por la Academia (una perspectiva facilista y limitante) o bien la CF es un gènero complejo, donde las excepciones podrìan ser regla, y donde es la opiniòn del pùblico la que determina si una obra es o no es CF. Yo me quedo con esta segunda perspectiva. Confìo en que las personas son lo bastante inteligentes, no sòlo para saber que estàn leyendo CF, sino para darse el lujo de decir "no me importa si es o no CF.... el hecho es que me gusta"
En este sentido, y ya para terminar con la cantaleta, un escritor de CF podrìa considerarse subjetivamente como tal (incluso SIN SERLO!) o ser declarado por los lectores como tal. El caso es que es el texto, como siempre, el que debe hablar por uno, y no al contrario.
Un saludo a Giroscopio.
Pronto estarè enviando mi escrito.
Hasta la pròxima.
ATT:
L. C. Hamilton

Proyecto Giroscopio dijo...

Finalmente el objetivo es este, la posibilidad de que lectores y no lectores de CF entren y crean en esa posibilidad imaginada o imaginaria. Muchas gracias.

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